El estilo minimalista tiene como concepto “menos es más”, popularizado por el arquitecto Ludwig Mies Van de Rohe. La influencia principal es la estética modernista y movimientos anteriores que proporcionan la simplicidad y funcionalidad.
Otra gran influencia desde la post guerra en Japón donde el zen y la simplicidad eran valores culturalmente arraigados. El minimalismo empezó a consolidarse en la arquitectura occidental, priorizando la funcionalidad y las líneas puras sobre la decoración recargada.
Qué objetivo tiene el minimalismo
En el ámbito de la decoración, el estilo minimalista se ha destacado por su capacidad para crear ambientes que irradian calma, equilibrio y un sentido de orden. Este enfoque estético utiliza una paleta de colores neutros, materiales naturales y una disposición espaciosa y abierta, en la que cada elemento tiene un propósito claro y contribuye a la armonía visual del entorno.
Además de su atractivo visual, el minimalismo ha ganado popularidad por su practicidad, ya que permite aprovechar de forma eficiente cada rincón, evitando el exceso de objetos y promoviendo un ambiente más despejado y funcional. Este estilo no solo resulta accesible, sino que también invita a una experiencia de vida más serena y equilibrada.
Con su propuesta de espacios ordenados y sencillos, el minimalismo ha demostrado ser una elección acertada tanto para hogares como para oficinas, donde la necesidad de concentración y paz visual es clave.
Qué patrones se deben seguir
Poder crear un espacio minimalista, se deben de tener puntos clave para su realización. El enfoque minimalista utiliza solo los elementos esenciales: luz, forma y materiales, generalmente en un diseño de planta o concepto abierto, ara crear una sensación de libertad y relajación. No hay ornamentación y decoración excesivas. En cambio, los pocos detalles que se utilizan son sencillos y se combinan armoniosamente con su entorno.
Líneas limpias
Elementos clave para crear espacios armonioso y despejados, son los muebles y accesorios minimalistas que destacan por su enfoque en su funcionalidad y practicidad.
Las líneas limpias se consiguen mediante superficies lisas y planas, junto a la líneas definidas y elegantes, generan un efecto visual poderoso que resalta la esencia de cada detalle, sin necesidad del exceso. En estos no se encuentran decoraciones excesivas, elaboradas o cargadas de detalle, en su lugar, el protagonismo recae en la pureza y simplicidad de las formas.
Para acabar de lograr una estética minimalista, son esenciales las encimeras de cocina despejadas y limpias, paredes desnudas con poca decoración, un mínimo de detalle, dejando atrás la ausencia de desorden visual, incluyendo pilas de papeles o colecciones de adornos innecesarios. Este estilo invita a crear un ambiente sereno y ordenado, donde cada elemento respira y permite que el espacio transmita una sensación de calma y equilibrio.
Combinar tonos y texturas
Cuando se utiliza una paleta de colores monocromática, una excelente manera de aportar calidez al espacio es mediante la incorporación de diferentes tonos y mezclas de texturas. En el baño, la textura y el grano de los diseños de azulejos pueden agregar interés visual manteniendo una paleta de colores neutra mientras que los accesorios de madera pueden suavizarlos elementos rígidos, blancos o de efecto cemento.
Incorporar téxtiles
Los textiles aportan textura y proporcionan dimensión y calidez adicionales a un espacio. Las cortinas, la ropa de cama, los cojines y la alfombras en diversos tejidos, como lino, lana y algodones, son solo algunos ejemplos de cómo puede aportar calidez y confort a una habitación manteniendo un estilo minimalista.
Madera una gran opción
La madera es un material que se debe emplear para realzar el estilo, esta no debe ser completamente madera maciza i/o natural, escoger un pavimento tanto porcelánico, laminado, vinílico o natural aporta suavidad y tranquilidad al hogar, no es tan solo escoger la madera si no escoger bien su color de acabado que aporte esta simplicidad.
A parte del pavimento, hay elementos tanto funcionales como simplemente decorativos de madera que aportan sencillez al espacio.
Iluminación
Para lograr un estilo minimalista, la luz es clave. Es importante saber combinar los diferentes tonos de luz que se pueden tener en un espacio, tanto natural como artificial. La elección de la luz debe ser coherente, ya que el tipo de luz que uses cambia la sensación en el ambiente. Por ejemplo, la luz amarilla (cálida) da una sensación de calidez y tranquilidad, mientras que la luz azul (fría), aunque es más brillante, suele crear un ambiente menos acogedor. Ambas son importantes para crear un estilo minimalista, utilizarlas al igual que la luz natural.
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