A medida que nos despedimos de los últimos días cálidos del año, es el momento perfecto para enfocarnos en una tarea crucial: la conservación del agua de tu piscina durante los meses fríos. En Ferrolan, queremos compartir contigo una serie de pasos efectivos y sencillos para asegurar que tu piscina permanezca en un estado óptimo durante el invierno.
¿Por qué mantener el agua en invierno?
El mantenimiento del agua de la piscina durante el invierno es de suma importancia para asegurar una correcta conservación. Y aunque se puede pensar que, durante los meses fríos, el cuidado del agua puede ser descuidado o innecesario, esta percepción es errónea y conduce a problemas a largo plazo. Por eso, mantener el agua de la piscina en invierno es esencial para evitar daños estructurales en la piscina, mantener un equilibrio químico adecuado y asegurar una transición suave hacia la temporada de verano.
Riesgos de un mantenimiento inadecuado
Ignorar el mantenimiento del agua de tu piscina durante el invierno puede tener consecuencias negativas. Sin el cuidado adecuado, el agua puede convertirse en un caldo de cultivo para algas y bacterias, lo que dificulta enormemente su limpieza y equilibrio químico cuando llegue el verano. Además, el agua estancada y descuidada puede causar corrosión y daños en los accesorios de la piscina, como bombas y filtros, lo que aumenta significativamente los costes de reparación y mantenimiento. También, la expansión del agua debido a bajas temperaturas puede provocar grietas y daños en la estructura de la piscina.
Beneficios de un cuidado apropiado
Por otro lado, un cuidado adecuado del agua de la piscina durante el invierno aporta múltiples beneficios. En primer lugar, ayuda a mantener el agua limpia y clara, reduciendo la necesidad de un tratamiento intensivo y costoso en primavera. Esto no solo ahorra dinero en productos químicos, sino que también es más ecológico. Además, preservar el agua y la estructura de la piscina en buen estado durante el invierno prolonga la vida útil de la instalación, evitando reparaciones costosas. Por último, una piscina bien mantenida es más rápida y fácil de preparar para el verano, lo que te permite disfrutar de tu espacio de ocio sin demoras ni complicaciones adicionales.
Cuándo iniciar la hibernación de la piscina
Ahora que ya tienes claro la importancia de conservar correctamente el agua durante el invierno, te vamos a dar algunos consejos para iniciar la hibernación en el momento correcto.
El Indicador de temperatura: El termómetro
El comienzo de la hibernación de tu piscina está estrechamente ligado a un indicador clave: la temperatura. Una vez que el termómetro marque de forma consistente una temperatura inferior a los 15ºC, es una señal inequívoca para iniciar el proceso de hibernación. Este umbral es importante porque representa un punto de cambio en la actividad biológica del agua, facilitando su mantenimiento durante el invierno.
Adaptación al clima local
Aunque en las regiones de clima mediterráneo, como es el caso de gran parte de España, este cambio de temperatura suele darse entre octubre y noviembre, es crucial prestar atención a las particularidades del clima local. La variabilidad climática puede adelantar o retrasar este momento, afectando el mantenimiento óptimo y la salud del agua de tu piscina. Por lo tanto, observar las tendencias climáticas y ajustar las acciones de mantenimiento en consecuencia es esencial para garantizar una protección efectiva de tu piscina durante todo el invierno.
Ajuste del nivel del agua para la protección de la piscina
Preparar tu piscina para el invierno implica un paso crucial: ajustar correctamente el nivel del agua, y a continuación te explicamos las tres razones principales.
Importancia del nivel adecuado del agua
Mantener el nivel de agua correcto en tu piscina durante el invierno es vital para proteger sus estructuras y accesorios. Es esencial ajustar el nivel de llenado de la piscina entre 10 y 20 cm por debajo de los skimmers. Este ajuste previene que el agua, al expandirse en condiciones de congelación, ejerza presión sobre las paredes y cause daños estructurales. Además, un nivel de agua adecuado ayuda a proteger las tuberías y otros sistemas de filtración contra posibles daños causados por el hielo.
Protección de skimmers y accesorios
Además de ajustar el nivel del agua, debes proteger la entrada de los skimmers. Los skimmers son susceptibles a la acumulación de polvo, hojas y otros residuos durante el invierno, lo que puede causar obstrucciones y deterioro. Proteger estas entradas es una medida preventiva para mantener la funcionalidad y la eficiencia del sistema de filtración de tu piscina.
Uso de elementos flotantes en climas fríos
En climas fríos, donde la probabilidad de congelación del agua es alta, se recomienda colocar elementos flotantes como flotadores o envases de plástico en el agua. Estos elementos ayudan a distribuir uniformemente la presión que se genera por la expansión del agua helada, reduciendo el riesgo de daño a las paredes y el revestimiento de la piscina. Es importante asegurarse de que estos elementos sean resistentes a la degradación y a las bajas temperaturas para garantizar su eficacia durante todo el invierno.
Limpieza del agua de la piscina en invierno
Con tal de evitar la proliferación de algas y otros microorganismos, limpiaremos a fondo el agua de la piscina, haciendo especial hincapié en hojas, residuos así como la línea del agua. Además aspiraremos depósitos y trataremos de limpiar las piezas más sensibles que requieran de un mínimo mantenimiento, prestando especial atención en skimmers, desagüe e impulsores.
Filtra el agua
Mucha gente descuida durante el invierno seguir filtrando el agua, gran error, puesto que por acumulación de sedimento la recuperación del agua en temporada será mucho más difícil y requerirá de una mayor inversión. Muchos expertos señalan que, por lo general, con una filtración de 10 horas semanales en una piscina media sería suficiente.
De igual manera, durante la hibernación será importante tratar de preservar el agua en sus valores de PH y cloros rondando lo ideal. El PH deberá rondar entre el 7,2 y el 7,6 para evitar enturbiamiento y aparición de algas.
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