El gas radón representa un desafío significativo en la construcción y la reforma moderna. Su presencia, aunque imperceptible, es un riesgo para la salud, llevando a la industria de la construcción a buscar soluciones efectivas y eficientes para su mitigación. En este artículo, profundizaremos en qué es el gas radón, la importancia de las láminas anti-radón, sus ventajas, aplicación, regulaciones y dónde pueden ser utilizadas, proporcionando así una guía completa para profesionales de la construcción y particulares interesados en la renovación de sus hogares.
¿Qué es el gas radón?
El radón es un gas radioactivo de origen natural, producto de la descomposición del uranio presente en suelos y rocas. Incoloro, inodoro e insípido, se filtra a través del suelo y puede acumularse en interiores, especialmente en lugares poco ventilados. La exposición prolongada al radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaquismo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que subraya la importancia de tomar medidas preventivas en la construcción y reforma de edificaciones.
¿Qué es la lámina anti-radón?
La lámina de gas radón es una barrera especializada diseñada para prevenir la entrada de este gas a los edificios. Fabricada con materiales como polietileno de alta densidad, esta lámina actúa como un escudo impermeable que se coloca en la cimentación de nuevas construcciones o se integra en proyectos de reforma para bloquear el paso del radón desde el suelo hacia el interior de las estructuras.
¿Qué ventajas tienen las láminas anti-radón en la construcción?
Las láminas anti-radón se destacan no solo por su eficacia como barrera contra este gas, sino también por su multifuncionalidad en la construcción, ofreciendo una impermeabilización de alta elasticidad y durabilidad. Su aplicación a través de soplete de gas propano garantiza una instalación precisa y adherida, mientras que sus propiedades autocicatrizantes y resistencia excepcional al punzonamiento, a los microorganismos y a la oxidación, elevan su valor como una solución integral. Además, su diseño para la impermeabilización monocapa y la gran capacidad de puenteo de fisuras aseguran una protección completa y de largo plazo contra las infiltraciones de agua y gas, adaptándose eficazmente a los cambios estructurales y condiciones adversas del entorno.
¿Cuándo utilizar láminas anti-radón?
La implementación de láminas anti-radón se vuelve crucial en situaciones donde los cimientos y los elementos de un edificio en contacto directo con el suelo no ofrecen una protección adecuada contra este gas peligroso. Es especialmente relevante en casos donde existen deficiencias estructurales, como en viviendas antiguas que no poseen un suelo de hormigón, optando en su lugar por superficies de madera o tierra compacta que no impiden eficazmente el paso del radón. Además, en situaciones donde la solera está dañada o muestra signos de humedad, la necesidad de una solución como la lámina anti-radón se hace aún más evidente.
¿Cómo se aplica la lámina de gas radón?
La lámina anti-radón se coloca sobre la capa de grava antes de verter el hormigón del cimiento, asegurando que todas las juntas y penetraciones estén selladas adecuadamente para evitar fugas. Sin embargo, también encontramos láminas asfálticas que cumplen con la misión de proteger contra el gas radón y pueden aplicarse después de verter el hormigón.
¿Qué tipos de láminas anti-radón puedes encontrar?
En el mercado, encontramos diversos tipos de láminas de gas radón, cada una diseñada para adaptarse a diferentes necesidades y especificaciones de proyectos. Las más comunes son las láminas fabricadas de polietileno de alta densidad (HDPE), conocidas por su robustez y resistencia a la permeabilidad del gas. Otras variantes incluyen láminas compuestas, que combinan polietileno con otros materiales como geotextiles o láminas bituminosas, ofreciendo no solo protección contra el radón sino también funciones adicionales impermeabilizantes y drenantes. Para proyectos que requieren una mayor flexibilidad en la instalación, existen láminas de polietileno de baja densidad (LDPE), que son más ligeras y manejables.
¿Es obligatorio en obra nueva utilizar láminas anti radón?
La incorporación de láminas anti-radón en obras nuevas se fundamenta en una normativa específica destinada a salvaguardar la salud pública frente a los riesgos asociados con la exposición prolongada al gas radón. Esta exigencia se alinea con las directrices establecidas en la Directiva 2013/59/EURATOM de la Unión Europea, que promueve la adopción de medidas preventivas contra las radiaciones ionizantes, incluyendo el establecimiento de niveles de referencia para la concentración de radón en espacios cerrados. En consecuencia, el Código Técnico de la Edificación (CTE) incluye entre sus exigencias básicas de salubridad, la necesidad de implementar soluciones constructivas que limiten la infiltración de radón desde el suelo en los edificios, buscando minimizar el riesgo de exposición inadecuada a este gas.
Aplicación de las láminas de gas radón
A continuación te dejamos un listado de contextos donde las láminas de gas radón son aplicables, estos abracan desde construcciones de obra nueva hata renovación de edificios y casas:
- Construcciones nuevas: En la fase de diseño, integrando la lámina en la cimentación y el suelo.
- Reformas: En proyectos de renovación de sótanos o ampliaciones, donde se modifica el contacto con el suelo.
- Edificaciones existentes: A través de técnicas especializadas, como parte de un sistema de mitigación de radón más amplio.
En Ferrolan, estamos comprometidos con la seguridad en la construcción y estamos al corriente de las últimas técnicas constructivas. Si estás considerando una construcción nueva o una reforma en Barcelona, Rubí, Badalona o Santa Coloma de Gramenet, te invitamos a visitar nuestras tiendas. Nuestro equipo de expertos está listo para asesorarte en la selección e instalación de láminas de gas radón, garantizando así la seguridad y durabilidad de tu proyecto.