El diseño de un espacio de baño adaptado tiene el cometido de aprovechar las soluciones arquitectónicas y constructivas para ponerlas al servicio de la condición física de la persona. Por suerte, a día de hoy, contamos con una amplia variedad de recursos que facilitan la interacción de las personas con movilidad reducida con el entorno de baño, ofreciendo la oportunidad de planificar un diseño inclusivo y funcional.
Qué significa movilidad reducida
El término movilidad reducida hace referencia a aquellas personas cuya capacidad de movimiento se ha visto limitada o comprometida. Las personas con movilidad reducida (PMR) requieren de espacios adaptados a su estado físico para llevar a cabo actividades diarias tan rutinarias como la toma de una ducha, el uso del inodoro o los rituales de aseo. Un espacio de baño adaptado a todas esas necesidades facilita todas esas rutinas del día a día y permite mejorar la independencia de las personas para desenvolverse en un entorno seguro.
Cómo diseñar un espacio de baño para personas con movilidad reducida
Tanto en espacios públicos como en viviendas residenciales, el diseño de un baño adaptado debe garantizar el espacio suficiente para cubrir la necesidad de maniobra de la persona con problemas de movilidad. La finalidad es que el individuo se mueva de manera segura, disfrute de un espacio libre de obstáculos y se encuentre con las mínimas barreras arquitectónicas posibles. Para ello contamos con una serie de productos, normativas y soluciones que facilitan el movimiento y minimizan el riesgo de resbalones o caídas.
Dimensiones mínimas para crear un espacio de baño accesible
Para garantizar la movilidad y el acceso a los aparatos sanitarios se deben tener en cuenta las dimensiones del cuarto de baño y de los distintos elementos que lo conforman: el inodoro, el bidé, la ducha, la bañera o el lavabo. Además, y en caso de ser posible, se requiere de espacio libre alrededor de cada elemento para transferir a la persona desde la silla de ruedas hasta el elemento sanitario.
Normativa de accesibilidad en el Código Técnico de la Edificación
El Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad del Código Técnico de la Edificación (CTE) recoge las características y dimensiones mínimas que debe reunir un cuarto de baño accesible para que sea funcional.
El espacio libre de obstáculos para un cuarto de baño deberá ser de como mínimo Ø 1,50 m, aunque se recomienda disponer de hasta Ø 2,00 m para garantizar la maniobrabilidad y movilidad de una silla de ruedas. El espacio libre lateral en elementos como el inodoro, la ducha o la bañera deberá ser de como mínimo 80 cm en uno de los lados para poder transferir a la persona con facilidad.
Consejos para adaptar un espacio de baño
A continuación te mostramos algunos consejos para adaptar los diferentes elementos que conforman un cuarto de baño. Aquí podrás ver las medidas que requieren aparatos sanitarios como el inodoro o el plato de ducha, o la mejor ubicación para instalar una barra de apoyo o asidero.
Inodoro de altura especial
Comenzamos por los inodoros. Estos son más altos de lo normal para evitar que el usuario tenga que flexionar las rodillas en exceso para sentarse y levantarse. Pueden ser suspendidos o de instalación tradicional. La altura de un inodoro para personas con movilidad reducida debe ser de entre 45 y 50 cm desde el suelo hasta la parte superior de la taza. El espacio libre alrededor es recomendable que sea, como mínimo, de 80 cm en uno de los laterales y que cuente con 75 cm libres desde el final de la taza del inodoro hasta la pared.
Para sentarse o incorporarse es conveniente el empleo de barras de apoyo en los laterales del inodoro. Estas barras pueden ser fijas o abatibles, y es muy útil que cuenten con un espacio dedicado para el papel higiénico. Para que las barras de apoyo sean sencillas de agarrar se recomienda un grosor de entre Ø30 y Ø40 mm, y tengan una longitud de 70 centímetros de largo.
- Altura del inodoro: entre 45 y 50 centímetros.
- Espacio libre lateral: igual o mayor a 80 centímetros.
- Espacio libre frontal: igual o mayor a 75 centímetros.
Puertas correderas o abatibles
Las puertas correderas son la mejor opción para crear espacios accesibles, especialmente en estancias tan reducidas como el cuarto de baño. Las puertas deben contar con un paso libre de 80 cm de ancho, aunque si es necesario, y la persona lo requiere, es recomendable que sea superior. En el caso de las puertas abatibles, y para garantizar la seguridad en caso de accidente, su apertura deberá ser hacia la parte exterior para poder asistir a la persona.
- Ancho de la puerta: igual o mayor a 80 centímetros
- Tipo de apertura: abatible exterior o corredera.
Suelos antideslizantes
En el cuarto de baño se producen gran parte de los accidentes domésticos, la mayoría por caídas producidas por resbalamientos o tropiezos. Para evitar caídas, el suelo debe ser totalmente liso, antideslizante y además sencillo de limpiar. Para la zona de la ducha se recomienda un pavimento antideslizante de clase C3, la más elevada que existe. Para el resto del baño es suficiente con un suelo de clase C2, un suelo antideslizante y sencillo de mantener. A día de hoy puedes encontrar pavimentos antideslizantes C3 que tienen una textura suave y son sencillos de limpiar.
- Antideslizamiento zona de ducha: clasificación C3
- Antideslizamiento resto del baño: clasificación C2 o superior
Lavabos: sin mueble ni pedestal
El lavabo es otro elemento fundamental para la accesibilidad de un cuarto de baño. Éste deberá ser de tipo ménsula y disponer de un espacio libre igual o superior a 70 cm desde el suelo hasta la parte inferior del lavabo para que pueda acceder una silla de ruedas. Desde la pared hasta el final del lavabo deberá contar como mínimo 50 cm libres de distancia.
Para garantizar la accesibilidad, el lavabo deberá estar libre de mobiliario y pedestales en la parte inferior. Por lo que en cualquier caso la instalación del lavabo deberá hacerse directamente en la pared.
- Espacio libre inferior: 70 centímetros
- Fondo libre: 50 centímetros
- Altura total: 85 centímetros
Grifería de fácil accionamiento
Con el fin de facilitar su uso, la grifería debe ser de fácil accionamiento. Se recomiendan griferías monomando, electrónicas, de palanca o de pulsación, ya que pueden ser accionadas con una sola mano y no requieren giro de muñeca.
Platos de ducha antideslizantes y enrasados
Por ser más seguro, el plato de ducha es preferible a la bañera, ya que no existe riesgo de ahogamiento. Para evitar caídas o tropiezos, y siempre que sea posible, es recomendable instalar el plato de ducha enrasado con el resto del pavimento. Se recomienda el empleo de asientos fijos o abatibles, así como el uso de barras de apoyo horizontales en las paredes.
El plato de ducha puede ser de cerámica, carga mineral o porcelana, aunque estos últimos tienen mayor resbalabilidad. Para mejorar el grado de antideslizamiento de cualquier plato de ducha se pueden emplear tratamiento químicos sobre su superficie.
- Dimensiones plato de ducha: 120 x 80 centímetros
- Espacio libre lateral: igual o mayor a 80 centímetros.
- Antideslizamiento: clasificación C3
Mamparas de ducha resistentes y sin perfilería
Las mamparas de ducha deberán ser preferiblemente fijas -walk in- o de apertura abatible hacia la parte exterior. El material más recomendable es el cristal templado, ya que es resistente a los golpes y en caso de rotura el riesgo de corte es más bajo que con otro tipo de material. Es conveniente que en la parte inferior tengan la mínima perfilería para evitar caídas por tropiezos.
- Tipo de apertura: abatible exterior o panel fijo
Asideros y barras abatibles: alrededor de los sanitarios
Los asideros o barras de apoyo deberán instalarse alrededor de la ducha, inodoro o lavamanos. Por seguridad, y para ser agarrados con mayor facilidad, se recomienda que el diámetro del asidero sea de entre Ø30 y Ø40 mm y que tengan una separación de la pared de entre 45 y 55 mm para introducir los dedos.
Para resistir la caída de una persona los asideros o barras deberán soportar una fuerza de 1 kN en cualquier dirección. Para ello deberán fijarse mecánicamente sobre una pared robusta y firme, preferiblemente de obra. En cuanto al color, se recomienda que todas las barras abatibles sean de un color diferente al resto de paredes. Para mejorar su visibilidad preferiblemente serán de color blanco o en acero inoxidable.
La altura recomendada para instalar las barras de apoyo es entre los 70 y los 75 centímetros desde el suelo. Y su longitud será igual o mayor a los 70 centímetros. Para la comodidad del cuidador es recomendable que las barras sean abatibles en el lado de la transferencia, es decir; es conveniente que se levanten para que el cuidador tenga acceso a la persona.
Asientos: abatibles o fijos
Los asientos para ducha pueden ser abatibles, fijos o giratorios. Pueden disponer de apoyabrazos y respaldo o no. En cualquier caso, los asientos deben ser instalados mecánicamente sobre una pared firme y estable, que soporte el peso de la persona. Éstos deben ser fabricados en un material resistente y en unas dimensiones mínimas recomendadas de 40×40 cm.
Espejos para personas con movilidad reducida
Los espejos de baño también deben cumplir con una serie de requisitos. Pueden ser reclinables, reclinados o fijos, aunque éstos últimos conviene instalarlos a una altura igual o inferior a 90 cm. Los espejos reclinados cuentan con un ángulo fijo de inclinación, mientras que los reclinables permiten elegir el grado de inclinación. Como mínimo, según el CTE, deberán contar con una inclinación de 10º.
Recuerda, para diseñar un espacio adaptado necesitas eliminar elementos arquitectónicos innecesarios, respetar las distancias entre los diferentes elementos del baño y hacer uso de accesorios colocados de manera estratégica. Si necesitas más información puedes visitar cualquiera de nuestros puntos de venta donde un experto te ayudará en la toma de decisiones.