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En este artículo te vamos a explicar las principales diferencias entre los tres materiales más utilizados en construcción: el mortero, el cemento y el hormigón. Además de ayudarte a elegir el material más adecuado, te explicaremos los diferentes tipos que existen de cada uno y te ayudaremos a calcular la cantidad necesaria para tu proyecto de manera rápida y sencilla.

Qué es el cemento

Aunque la manera de construir ha evolucionado a pasos de gigante durante las últimas décadas, el material principal para construir es, en esencia, el mismo que se ha empleado durante los últimos 200 años: el cemento.

El cemento, también conocido como cemento portland, se obtiene a partir de una mezcla de arcilla, mineral de hierro y piedra caliza cocida a altas temperaturas. El resultado de este proceso de calcinación es el clínker, una roca dura y compacta de color gris oscuro.

Una vez obtenido, el clínker se muele y se mezcla con otros materiales para obtener el cemento portland, que es un polvo fino, de tonalidad gris y textura suave. Este material es el principal ingrediente de morteros y hormigones, y aunque se puede utilizar solo, normalmente se emplea como aglutinante para dar lugar a estos dos materiales de construcción tan populares y utilizados en la mayoría de construcciones.

Diferencias entre mortero y hormigón

Hemos visto que el cemento portland es el ingrediente principal para realizar cualquier tipo de mortero y hormigón, ya que hace posible que la mezcla se endurezca durante el proceso de fraguado y que tenga mucha resistencia cuando se mezcla con agua.

Entonces, ¿cuál es la diferencia? La diferencia más importante entre el mortero y el hormigón radica en el grosor del árido y el uso al que se puede destinar cada uno de ellos. El mortero se obtiene mezclando cemento, agua y arena fina y está destinado para trabajos de albañilería, mientras que para obtener hormigón se mezclan cemento, agua y grava para obtener los resultados que verás a continuación.

La formulación con áridos más gruesos hace que el hormigón tenga una mayor resistencia a la compresión y a la flexión, y que se pueda emplear para usos estructurales como la realización de estructuras de hormigón, cimientos, forjados o la construcción de paredes de carga. Por otro lado, el uso del mortero seco está reservado para pequeños trabajos de albañilería como la colocación de ladrillos, mampostería o enfoscado de paredes.

Qué es el mortero y para qué se utiliza

El mortero está compuesto por cemento, arena -más o menos fina- y agua. En muchos casos durante su fabricación se le agregan plastificantes y otros aditivos para mejorar su plasticidad y mejorar la trabajabilidad durante su aplicación.

Debido a su facilidad para trabajar y buen resultado se utiliza para muchas tareas de albañilería y construcción. Desde la colocación de ladrillos de obra vista o colocación de tejas hasta el revoco de paredes para ofrecer un acabado resistente y duradero.

Existen muchos tipos de morteros, aunque en esta entrada nos centraremos en los morteros secos, aquellos que se suministran en polvo y se amasan con agua para obtener una pasta fresca y homogénea a pie de obra.

Tipos de morteros secos

Los morteros se clasifican según su resistencia y la proporción de cemento y arena que se emplea durante su preparación. La adición de aditivos puede mejorar sus prestaciones haciéndolo más hidrófugo, más moldeable y más adhesivo, aunque en esto último también influye la granulometría del árido empleado. ¿Te resulta familiar el término mortero de sílice? En la composición de este tipo de morteros se emplean áridos seleccionados muy finos para mejorar la capacidad de agarre, haciendo más sencilla la tarea de enfoscar o enlucir paredes.

Dentro de los morteros más utilizados en la construcción encontramos el mortero M-5 y M-7,5, aunque en ocasiones puedes requerir de morteros con más o menos cantidad de cemento como el M-20 o M-160. El mortero M-5 cuenta con menos cantidad de cemento portland por lo que es más flexible y resulta excelente para trabajos de colocación de tejas, rasillas, panots o para realizar nivelaciones.

Por otro lado, el mortero M-7,5 se utiliza habitualmente para colocar ladrillos, bloques de hormigón y como capa regularizadora para acoger adhesivos de para baldosas de cerámica, microcemento, piedra o pintura. Aunque en nuestros centros encontrarás morteros dosificados, mezclados en planta y que garantizan la correcta proporción de materiales, aquí puedes calcular la cantidad de arena y cemento necesaria para hacer tu propio mortero según la Norma Básica de la Edificación NBE FL-90.

Qué es el hormigón y qué tipos existen

Por otro lado, el hormigón en seco (HS) es el resultado de la mezcla de cemento, agua y áridos de mayor tamaño, como la grava o la piedra machacada. Se clasifican principalmente por su resistencia (N/mm2) y se suelen utilizar en combinación de refuerzos de acero para la construcción de elementos estructurales como cimientos, forjados o paredes de carga.

Puedes encontrar diferentes tipos de hormigón según su resistencia, consistencia, tamaño de árido y ambiente de aplicación. La normativa de Instrucción de Hormigón Estructural (EHE-08) establece un formato para la designación del hormigón, donde se especifica el tipo de hormigón (en masa, armado o pretensado), la resistencia, la consistencia, el tamaño del árido y el ambiente de aplicación. Estas especificaciones permiten caracterizar y seleccionar el tipo de hormigón adecuado para cada trabajo constructivo.

A continuación te enumeramos los hormigones más habituales utilizados en construcción, y te ayudamos a calcular el material necesario para tu proyecto teniendo en cuenta las medidas de la superficie y el tipo de hormigón requerido.

Tipos de hormigón en seco y su nomenclatura

La nomenclatura del hormigón está compuesta por varios elementos según la normativa EHE-08. A continuación te explicamos los diferentes elementos que te puedes encontrar que te servirán para interpretar las características de un hormigón: T, R, C, TM y A.

T: Hace referencia al tipo de hormigón: HM (hormigón en masa), HA (hormigón armado) y HP (hormigón pretensado).
R: Define la resistencia característica a la compresión medida en N/mm² a los 28 días.
C: Identifica la consistencia del hormigón: S (seca), P (plástica), B (blanda) o F (fluida).
TM: es el tamaño máximo del árido medido en mm.
A: es la designación del tipo de ambiente.

Un ejemplo de designación completa sería HA-20/P/15/IIa, que se refiere a hormigón armado de resistencia característica de 20 N/mm², consistencia plástica, tamaño máximo de árido de 15 mm y exposición tipo de ambiente IIa.

Si quieres conocer más diferencias entre el mortero, el hormigón y el cemento puedes visitar cualquiera de nuestros puntos de venta, donde serás asesorado por un experto y podrás encontrar cualquiera de estos productos en diferentes presentaciones. En nuestros centros disponemos de bolsas para pequeñas reparaciones, sacos de 25 kg y sacas de gran tamaño para grandes obras.

2 Comments

  • Natalia López dice:

    Buenas noches para hacer de nuevo una terraza que ha ido cediendo y levantándose las baldosas de gres por movimientos del suelo que aconsejáis?. Cemento portando M-5 u hormigón armado C-25?. Muchas gracias

    • Ferrolan dice:

      Buenos días Natalia,

      En este caso, y siempre que la altura lo permita, es preferible optar por una losa de hormigón armado en lugar de mortero M-5. El hormigón armado HS-25 ofrece mayor resistencia a la compresión y distribuye mejor las cargas, reduciendo el riesgo de levantamiento y agrietamiento de las baldosas.

      Para cualquier duda quedamos a tu disposición.

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